PERROS DE GUARDA Y DEFENSA

En los últimos 30 años el mundo ha cambiado mucho.
En todos los órdenes.
A nivel tecnológico el progreso y evolución son evidentes, y en muchos casos sorprendentes. Por el contrario, en lo referente a la excelencia en el cumplimiento de la función para la que fueron creadas, la practicidad o funcionalidad de la casi totalidad de las razas caninas existentes hoy en día ha decaído de modo mas que notable. En la gran mayoría de ellas, el único parecido con sus antepasados se limita al plano físico, al exterior, a lo que se ve, a la fachada, única y exclusivamente. En cambio la parte mas importante, la que no se puede percibir de un vistazo, y menos para los neófitos en la materia, ha sufrido una involución que pocos sospechaban hace solo tres décadas.
Hoy por hoy, pocos perros de los considerados funcionales mantienen el alma y el corazón de sus ancestros. En lo referente a los perros nacidos para la guarda, defensa y utilidad, el panorama actual resulta descorazonador. Casi todas las razas apenas son una sombra de lo que fueron.
Rememorando hazañas pretéritas realizadas por ejemplares de hace treinta, cuarenta o cincuenta años, cuesta creer que sus descendientes puedan hoy llegar a emularlos.
Afortunadamente en un puñado de razas quedan a día de hoy ejemplares salvables para esta funcion, y gente que lucha por mantenerlos.
La selección basada, predominantemente en estándares preconcebidos (ideales de belleza),se ve abocada irremediablemente al fracaso, dando como resultado individuos caninos carentes de coraje, valentía y rusticidad y presentándose de forma habitual, en dichos ejemplares, falta de confianza en si mismos, miedos, fobias y problemas de agresividad diversos, debido entre otras cosas a su nulo equilibrio mental.